obra para el personaje de Benito Quintana,
serie de TV "Cómplices":
“Benito Quintana ha acabado su escultura. Está encajada, pero no encolada para poder ser desmontada por un transporte seguro. Los elementos principales van unidos a caja y espiga o con hebillas de alambre. Está hecha de madera, cartón, corcho y plástico.
Benito utilizado un lenguaje un tanto infantil y directo. Como no sabía exactamente como iba a ser el espacio donde se instalaría, ha optado por cambiar un poco la idea inicial, y en vez de hacer una gran escultura compacta como se dijo al principio, ha realizado unas “islas” que se relacionan entre sí para poder adaptarse a la pared que las soportará, pudiendo añadir, suprimir, comprimir o expandir sus elementos.
El tema principal va ubicado sobre la parte de apoyo de un plato pulpero al que ha dado la vuelta. Le daba ya un poco de asco ese plato tan difícil de limpiar, tan áspero y maloliente, así que decidió reciclarlo para esta chifladura. Allí colocó su querida bandera republicana, una antena amarilla y morada centrada por un cipote coronado por una bola roja. Del gran cucurucho verde no quiere hablar, cada cual con lo suyo, pero por algo estará allí.
Un día viendo a su mujer teñirse el pelo ella misma en casa, se fijó en el cacharrito de plástico que utilizada para hacer las mezclas. Pensó que era gracioso, y lo rescató de la basura junto con una brochita, y unos guantes de látex. A los pocos días se arrepintió, tiró los guantes y la brocha, pero se quedó con el recipiente que total era tan ligero que haciendole un agujerito podía sujetarlo fácilmente a la pared con una simple escarpia.
Lo pintó, y se acordó de que su mujer tenía unos pendientes de perla de los chinos olvidados en un cajón porque a ella le gustan más los pendientes largos. Decidió rendirle un homenaje, porque le quiere, aunque no se lo diga demasiado. Pintó uno de morado oscuro y lo clavó en una pelota de ping-pong, y dejó el otro tal cual, por aquello del yin y el yang. A ella le gustó, así que el decidió ir a la tienda de los chinos a comprarse otro cacharrito igual para hacer otra “isla”. Allí se dejó llevar por su “feeling”… estuvo mareando un poco. No estaba del todo satisfecho por la composición de las “islas”, necesitaba algo que las organizara entorno a ¿Qué? Como estaban reformando el bar de enfrente, se acercó al contenedor de escombros para ver si encontraba algo, y encontró. Habían eliminado la decoración del techo, unas formas caprichosas de madera de DM que ya no servían. Cogió una y la colocó debajo del plato pulpero. De pronto le pareció que todo encajaba ya, hasta pensó que el conjunto podría ponerse a girar solo. Para frenar este nuevo dinamismo, pintó una tablilla de rosa, como el palo de un punto de exclamación, y lo añadió al conjunto.”
BQ boceto 5
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BQ boceto 3
BQ boceto 2
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